Esta semana me ha llamado Joan, es el marido de una paciente, me he emocionado mucho, la sensibilidad con que ha dado las gracias por la labor que estamos haciendo todas las voluntarias, su mujer había descansado con la almohada del corazón desde el primer dia.
No puedo evitar con estas llamadas que me salten las lágrimas,
me llega al alma.
En algún momento nos podemos preguntar mientras cosemos
donde irán a parar estas almohadas, quien las recibirá y si las recibirán, quien
se la da. Estar seguras que todas las almohadas llegan a destino que quien las da las entrega con mucho cariño sea Magda, Encarna o Montse, llamadas como
las de Joan, o Montse o Carmen dan fe de ello.
Estas llamadas permiten borrar el cansancio… las dudas …. la lucha de mucho tiempo, sintiéndote
agradecida contigo misma ayudando a muchas mujeres que sufren, llenando tu
corazón de alegría.
Gracias a todas por vuestra colaboración estáis haciendo una
IMPORTANTE LABOR.
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